Hola y bienvenido, mi nombre es Guillermo Uranga, aunque muchos me conocen como Memo Uranga. Soy mexicano, tengo treinta y seis años y, sí, más millennial no puedo ser.

Hoy quiero darte la bienvenida a "Beyond the Code", un espacio que nace de una inquietud personal y profesional que he tenido durante mucho tiempo en mi experiencia como ingeniero de software.

En internet encontramos innumerables blogs, tutoriales y cursos sobre cómo escribir código, aprender lenguajes de programación o desarrollar módulos específicos, hasta de cómo hacer empresas y desarrollar proyectos. Hay una cantidad abrumadora de recursos técnicos para aprender a programar o "emprender".

Pero, ¿qué hay de todo lo que rodea al código? ¿Qué hay de esa presión, esos retos, esas decisiones y experiencias que van más allá de las líneas de programación? Siempre me han encantado los Legos. Disfrutaba construyéndolos. Pero llegó un momento en que me pregunté: "¿y qué más?". Construir un Lego es divertido, pero una vez terminado, solo queda el desarrollo, la experiencia de haberlo armado.

Con el código sucede algo similar. Es fascinante crear un programa de prueba que funcione perfectamente, pero cuando decides llevarlo más allá, cuando quieres convertirlo en un producto real, todo cambia.

Ya no solo se trata de que el código funcione. Ahora debes considerar:

Y después, cuando los usuarios comienzan a utilizarlo, llegan:

Entonces necesitas más ayuda, quizás crear una empresa, enfrentarte a normativas, reinventar tus ideas... Descubres que algo funciona, pero que podría haberse hecho de otra manera para ser más escalable o eficiente.

Y a eso viene este blog. Sí, es genial construir cosas, escribir código, desarrollar proyectos. Pero, ¿para qué los creamos? ¿Qué conlleva realmente hacerlos? ¿Qué implica levantar un negocio, una empresa o incluso un simple "juguete" digital? ¿Cómo se capitaliza? ¿Qué ocurre cuando esto se convierte en tu vida, en tu día a día?

Curiosamente todo proyecto nace de una necesidad personal, o al menos a mi consideración son los mejores, y justamente hoy, cuando tuve la idea del nombre y compré el dominio, decidí desarrollar mi propio blog o CMS (Content Management System) en lugar de contratar un servicio personalizado, al fin y al cabo, soy ingeniero, me gusta construir, y este blog tratará de eso, ¿por qué no hacerlo práctico?

Al desplegar la primera actualización, muy simple, sólo el logo validando que lo esencial funciona en la www, me topé con un pequeño error que no me permitía continuar. Después de dos horas de frustración, resultó ser algo extremadamente simple: falta de espacio en mi propia máquina, una máquina que no debería no tener espacio, pero resultó que había limitado mi Docker y no lo había purgado, tan simple el error que ni las IAs habían podido darme una explicación precisa. Simplemente tenía que aumentar el espacio o purgar el Docker para que la creación del contenedor funcionara correctamente.

Así que un proyecto tan "sencillo" como crear un blog, de hecho simplemente levantar los servicios iniciales —algo que he hecho muchas veces— me consumió dos horas cuando podría haberme tomado diez minutos. Y sí, como todos, uno tiene vida personal, familiar, laboral, mental, y a veces el no concentrarse en una tarea en específico conlleva a errores simples, al final, it's not rocket science, es solo concentrarnos.

El punto es que hay errores que pueden consumir horas o días cuando realmente podrían resolverse en minutos por falta de concentración, y con eso acabé de darme cuenta de que precisamente tenía que crear este blog.

La página actualmente es muy simple y pretendo mantenerla así, aunque la iré actualizando con el tiempo para ir practicando y ejemplificando temas que hablemos en el blog. Algunos posts serán referentes a código específico, otros hablarán de experiencias y desafíos tanto técnicos, de proyectos o de la vida. Quiero que sea un blog dinámico, con textos, a veces videos, código y siempre con un enfoque en lo que hay más allá del código.

Bienvenidos a este viaje y espero que encuentren valor en mis experiencias y aprendizajes,

Memo Uranga